Injertos de hueso sintéticos: ¿Cuál es el mejor?


Figura 1. Sustitutos de injertos óseos.

En la anterior publicación introducimos brevemente los injertos de hueso que actualmente se utilizan. Entre ellos, se encontraban los injertos óseos sintéticos. Hay tantas variedades dentro de esta categoría que existen libros enteros dedicados a este tema específicamente. Por lo que es normal que nos preguntemos: ¿existe verdaderamente un injerto sintético que sea el mejor? O en el caso de que no sea así, ¿funcionan todos igualmente? O ¿hay algunos mejores que otros? Vamos a definir de la manera más breve posible los distintos tipos de injertos sintéticos e intentaremos dar una respuesta.

¿QUÉ SON LOS INJERTOS ÓSEOS SINTÉTICOS?

Los injertos óseos sintéticos son rellenos que se introducen en el interior o sobre el defecto óseo. Su finalidad es mantener el espacio para facilitar la formación de hueso nuevo. Esto lo llevan a cabo por medio de un simple proceso biológico, en el que el material que se utiliza interactúa con el tejido óseo. Por ello, el material que utilicemos tendrá una especial relevancia, ya que de eso dependerá el éxito de la regeneración.

Al ser materiales sintéticos, varias de sus propiedades se pueden modificar, algunas características como su forma, tamaño, textura, porosidad o grado de reabsorción, siendo éste el más importante.

Figura 2. Partículas de Fosfato B Tricálcico vistas bajo el microscopio.

TIPOS DE INJERTOS ÓSEOS SINTETICOS

Dentro de la gran variedad de injertos que existen en el mercado podemos diferenciarlos en dos categorías:

  • Cerámicos. Dentro de los cerámicos los más comunes son:
    • Los fosfatos cálcicos. Dentro de sus propiedades se encuentran la osteconducción y la integración con el hueso. Es un material totalmente biocompatible y no produce toxicidad ni ninguna respuesta inmunológica. Dentro de esta categoría existen diferentes variaciones y composiciones. Uno de los fosfatos cálcicos más utilizados es el fosfato tricálcico beta (B-TCP). Generalmente, se utiliza en su versión granulada. Una vez es reabsorbido por el hueso al que se ha adherido es sustituido por hueso, anatómica y funcionalmente similar al hueso original, obteniendo como resultado final un tejido óseo completamente regenerado.
      Figura 3. Fosfato B Tricálcico Poresorb-TCP.
    • Cemento de fosfato cálcico. Este tipo de biomaterial esta formado por una fase en polvo y otra acuosa. Cuando éstos son mezclados, pasados unos minutos, la mezcla endurece. Tiene un alto grado de biocompatibilidad. Dependiendo de su composición tendrá mejores o peores resultados.
      Figura 4. Cemento de fosfato cálcico preparado.
    • Hidroxiapatita.Es el biomaterial cerámico más utilizado. Es un fosfato de calcio cristalino, lo que permite que pueda ser fácilmente observado en imágenes radiológicas o tomográficas. Una de sus principales propiedades es la osteoconducción. Sin embargo, tiene una reabsorción muy lenta o nula, por lo que a veces las imágenes que obtenemos por medio de tomografías o radiografías pueden ser poco fiables y es necesaria una prueba histológica que nos permita apreciar si verdaderamente, estamos ante un hueso neoformado o ante partículas de hidroxiapatita encapsuladas o sobre el hueso nativo. Si el defecto es muy grande debemos prestar mucha atención a si dicha formación se ha realizado adecuadamente. Esto es muy importante, ya que un proceso regenerativo fallido tiene un alto riesgo de fracaso.
      Figura 5. Partículas de hidroxiapatita vistas bajo el microscopio.
  • Poliméricos: dentro de esta categoría podríamos destacar la resina Bioplant HTR (Hard Tissue Replacement) que es un compuesto poroso que no se reabsorbe.

CRITERIOS DEL INJERTO IDEAL

Una vez conocemos algunos de los tipos de injertos sintéticos existentes resulta interesante tener en cuenta esta pequeña lista de requisitos a la hora de elegir uno:

  • Que tenga la capacidad de mantener el espacio
  • Que se reabsorba con velocidad similar a la formación del hueso para mantener el volumen.
  • Que sea biocompatible.
  • Que tenga un bajo de riesgo de infección.
  • Que sea fácil de utilizar y de aplicar.
  • Que no produzca una respuesta inmune.

Lo normal es que no todos cumplan con todos los requisitos. A veces tenemos que priorizar algunas características sobre otras. Por ejemplo, si tenemos un material que es muy fácil de aplicar, pero que no es totalmente biocompatible; puede ser mejor optar por uno que nos resulte más incómodo de utilizar, pero que los resultados sean más efectivos. Aquí es donde manda el criterio de cada uno y su profesionalidad y experiencia.

ATENCIÓN

Como se comentó en la publicación anterior los injertos usados de forma más común son los autólogos, debido a su gran compatibilidad con el mismo húesped. A éstos le siguen los aloinjertos y xenoinjertos. Sin embargo, es cada vez mayor el número de investigaciones dedicadas al desarrollo de injertos sintéticos. Debemos tener cuidado a la hora de elegir el biomaterial a utilizar en la regeneración del hueso.

Desde Osteophoenix recomendamos que el biomaterial elegido sea 100% biocompatible, totalmente reabsorbible y con un tiempo de reabsorción medio. Si la reabsorción tiene lugar demasiado pronto, probablemente no consigamos rellenar en su totalidad el defecto que deseamos. Por otro lado, si es demasiado lento, seguramente en el momento de colocar el implante no estemos colocándolo en una estructura lo suficientemente estable y aquél finalmente termine fracasando.

Por último, queremos hacer una recomendación muy importante: mucho cuidado con las radiografías y las tomografías. Si bien es cierto que varios materiales debido a su composición muestran radiopacidad, esto no quiere decir que se haya formado hueso. Para esto, es vital que se realice una prueba histológica, que nos confirme que lo que hay es verdaderamente hueso y no cápsulas de partículas que no se han reabsorbido. Esto es especialmente relevante para el caso de la hidroxiapatita. Con esto, no queremos decir que no funcione, simplemente queremos señalar que el proceso biológico regenerativo no es magia y no se produce de la noche a la mañana y, si el defecto es muy grande, es sospechoso que de un día para otro esté totalmente cubierto con hueso nuevo.

CONCLUSIÓN

¿Existe un injerto sintético que se pueda calificar como el mejor? No. Se nos ha pretendido enseñar que los biomateriales sintéticos tienen capacidades mágicas similares a las de las células osteogénicas o, incluso, en algunas oportunidades como si fueran mejores, y eso de momento, NO ES CIERTO. Cada tipo tiene sus beneficios y resulta mejor dependiendo de numerosos factores como el tamaño del defecto, de la rapidez con la que queramos los resultados, de la experiencia del profesional o de su criterio, entre otros. No obstante, sí que existen unos criterios por los que todo profesional debería orientarse a la hora de elegir este tipo de materiales.

Si os interesa recibir alguna recomendación sobre el material que utilizamos en Osteophoenix o información científica sobre los biomateriales con los que trabajamos no dudéis en contactarnos. Y no os perdáis la próxima publicación donde hablaremos de nuestro material estrella en el proceso de regeneración: el coágulo sanguíneo como material regenerador.

Bibliografía

Imágenes

  • https://www.orthospinenews.com/
  • https://www.lasak.es/
  • https://www.lasak.es/
  • https://www.researchgate.net/
  • https://www.lasak.es/