La Impresión 3D en la cirugía estética facial: Personalización, mayor precisión y mejores resultado.


La medicina, especialmente el área quirúrgica, es uno de los campos que más se puede beneficiar de los desarrollos de las tecnologías 3D. Hasta hace poco y todavía es muy común, se utilizaban placas estándar en los procedimientos quirúrgicos de reconstrucción ósea. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un crecimiento exponencial de la utilización de dispositivos médicos a medida. Siendo la cirugía craneomaxilofacial el área médica en la que más se ha desarrollado la implantación de la impresión 3D.

Si bien es cierto que cada vez encontramos una mayor casuística del uso de la tecnología CAD-CAM en cirugías, también es notable que todavía no se ha llegado a convenir en el “gold standard” y que debido a los precios tampoco parece que esto vaya a ocurrir en el corto plazo. No obstante, la personalización de los tratamientos quirúrgicos presenta una serie de ventajas que permiten que los costes, que parecen tan altos comparados con los dispositivos en serie, disminuyan el valor del procedimiento de forma general. Un ejemplo de ello es la reducción del tiempo en quirófano, con su consecuente reducción en la cantidad de anestesia y por lo tanto menores gastos asociados a la cirugía.

DIAGNÓSTICO Y PLANIFICACIÓN

Los cirujanos plásticos conocen y entienden la anatomía humana de manera detallada, especialmente las relaciones topográficas existentes entre las diferentes estructuras y tejidos del cuerpo. Los tratamientos tradicionales requieren de una planificación basada en la examinación del paciente y en la obtención de imágenes radiográficas. No obstante, el avance que se ha producido en el diagnóstico médico en las últimas décadas ha permitido que hoy en día se puedan adquirir imágenes 3D de la anatomía de los pacientes. Gracias a esto los especialistas tienen la posibilidad de planificar sus tratamientos y ofrecer un servicio personalizado y más preciso a sus pacientes.

APLICACIONES QUIRÚRGICAS

Además de las facilidades que se han producido en el ámbito del diagnóstico y la planificación, las tecnologías CAD-CAM permiten la fabricación de dispositivos completamente adaptados a las necesidades de los usuarios (Figura 1). Siendo la cirugía estética una de las ramas de la medicina en donde más precisión se requiere es una de las grandes beneficiadas de la impresión 3D.

Figura 1. Comparación del antes y el después de un tratamiento de aumento infraorbital con implantes a medida (Dr. Yaremchuk).

Tradicionalmente, para cualquier aumento o relleno estético permanente se han utilizado implantes de silicona (Figura 2), su naturaleza flexible hace que sean fáciles de manipular y moldear. Sin embargo, la silicona no es un material biocompatible. Si bien puede permanecer en el cuerpo sin que este produzca una respuesta durante un tiempo, no es poco común que el implante de silicona sea encapsulado en un proceso inflamatorio y ante la falta de integración con el tejido circundante es más propenso al desplazamiento, a la formación de seromas y tiene una mayor tendencia a la extrusión.

Figura 2. Implantes de mentón en silicona.

La impresión 3D en cirugía estética facial se ha venido desarrollando en los últimos 15 años. Diferentes compañías han trabajado en la personalización de implantes faciales, buscando tanto tecnologías como materiales que permitan realizar los tratamientos de la forma más exacta posible. Actualmente, el polietileno de alta densidad (HDPE, por sus siglas en inglés) o Medpor es uno de los materiales más utilizados para la fabricación de implantes a medida (Figura 3). Durante cierto tiempo, se llegó a considerar como un material inerte que no provocaba una respuesta inmune. No obstante, estudios histológicos han confirmado que esto no es así, que puede haber una reacción a un cuerpo externo y que se puede producir un desplazamiento del implante. Cabe indicar que no existe ningún tipo de riesgo grave ante estos sucesos, ya que la retirada del implante soluciona estos problemas.

Figura 3. Implantes de mentón en polietileno de alta densidad.

Por su parte, en los últimos años, se ha comenzado a utilizar el titanio para la fabricación de este tipo de implantes (Figura 4). El titanio tiene una serie de características que lo convierten en la elección adecuada. Es un metal resistente, tiene una baja reactividad tisular, resistencia a la corrosión a lo largo del tiempo, ultraligero, entre otras. Además, el titanio es un material que tiende a oseointegrarse, es decir, se integra en el hueso (por eso los implantes dentales la mayoría son fabricados en titanio). Ahora bien, el titanio también presenta algunas desventajas. A muchas personas no les gusta la idea de tener una placa de metal y, aunque no es común, si el implante no se oseointegra adecuadamente al tejido del paciente, puede encapsularse.

Figura 4. Implantes a medida en titanio de Osteophoenix.

OSTEOPHOENIX Y LOS IMPLANTES FACIALES A MEDIDA

Teniendo en cuenta los avances y las facilidades que otorgan las tecnologías CAD-CAM, Osteophoenix ofrece una línea de productos para la rama de la cirugía plástica facial. El proceso a seguir es el mismo, pero el objetivo es diferente (Figura 5). El especialista envía a Osteophoenix una tomografía del paciente, sobre el modelo 3D se diseña el dispositivo personalizado. Una vez aprobado por el especialista, el diseño pasa a producción y finalmente, tiene lugar el procedimiento quirúrgico. La gran ventaja de este sistema es la precisión que se alcanza. La cirugía estética se caracteriza por la búsqueda de la armonización facial y la tecnología 3D es la única que actualmente puede alcanzar ese grado de exactitud. Es indudable que la experiencia del cirujano juega un rol fundamental en el procedimiento, sin embargo, no hay otra técnica que pueda producir unos resultados tan precisos como los que se consiguen a partir de la impresión 3D.

Figura 5. Diseño de implantes infraorbitales a medida a partir del TAC del paciente, realizado por Osteophoenix.

Por otra parte, conocedores de la importancia del diseño y de que en la cirugía plástica no se debe tener en cuenta únicamente los tejidos blando sino también los tejidos duros, en Osteophoenix hemos trabajado para que nuestros implantes se oseointegren de forma adecuada con la finalidad de prevenir la posibilidad de encapsulamiento del implante.

Bibliografía

  • F. Sarkarat, B. Bohluli, A Textbook of Advanced Oral and Maxillofacial Surgery Volume 2 (2015).
  • M. Gosau, F.G. Draenert, S. Ihrler, Journal of Biomedical Materials Research Part B: Applied Biomaterials 87B (2008) 83–87.
  • P. Kamali, D. Dean, R. Skoracki, P.G. Koolen, M.A. Paul, A.M. Ibrahim, S.J. Lin, Plastic and Reconstructive Surgery 137 (2016) 1045–1055.